martes, 3 de diciembre de 2024

Desatención a la Diversidad

Hoy, 3 de diciembre, se "celebra" el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, y digo se "celebra" así, entre comillas, porque a menudo la desatención tan grande que recibe este colectivo poco motivo da para la celebración.

Y es que, como ya dije en su momento, cuando la Educación no importa, mucho menos importa la atención a la diversidad, pues la realidad con la que nos topamos en el día a día dista demasiado del discurso buenista que cualquier representante de la política nos quiera vender hoy. 

Sólo hace falta bajar a las aulas, ir a los centros escolares y hablar con los distintos componentes de la comunidad educativa para poder palpar de primera mano la desatención a la que veníamos haciendo referencia.

Veremos aulas sobrepasadas de ratio, profesionales haciendo malabares para intentar llegar a todo - aunque a veces sea misión imposible - y alumnado a los que no se les facilita los recursos que precisa para recibir una atención de calidad. 

Todo ello al tiempo que se generan falsos relatos como que en los centros de Educación Especial van a tener todos los recursos y apoyos que necesitan o enfoques erróneos de la discapacidad que ponen en relieve la condescendencia por encima del derecho y de la oportunidad. 

Y es que, lamentablemente, el mundo de la discapacidad y de la Educación Especial sigue siendo aún un gran desconocido

Por si fuera poco, además nos topamos con situaciones como que, a mitad de curso, se pretenda mover a un sinfín de profesionales de unos centros educativos a otros, con todos los perjuicios que ello conllevaría para la buena atención y para el bienestar de nuestro alumnado, además de la inestabilidad que genera en los propios centros y en las personas que se ven sometidas a esta nefasta gestión. 

Y todo porque los y las responsables de tomar las decisiones políticas que afectan a estos procesos no tienen para nada en cuenta ni las necesidades de este alumnado ni el cuidado de sus profesionales. 

Lo mismo pasa con la sobreratio a la que se ven sometidos los equipos de orientación encargados de la correcta derivación de este alumnado, lo que a menudo provoca que a los colegios de Educación Especial nos llegue alumnado que no debería estar ahí.

Supongo que es lo que pasa cuando no te importa demasiado, como administración, el garantizar la mejor atención educativa a este colectivo. 

Es por ello que seguiremos trabajando y reivindicando que se garantice el derecho de esta población a disponer de una atención que de una respuesta completa e integral a todas sus necesidades, y que ponga en valor su dignidad y su plena participación en la sociedad. 

Suerte que en este mundo aún quedan voces como las de Seyla Ballesteros, Inés Rodríguez o todo el colectivo de Atención a la Diversidad de Acción Educativa para hacer de contrapeso y dar visibilidad.

Recordad que es el sistema quien tiene que amoldarse a la necesidad.

Todo lo demás es desatender la diversidad.  

sábado, 23 de noviembre de 2024

Pedagogía y Ciudadanía

La reciente catástrofe ocurrida en España ha sido, por desgracia, el perfecto caldo de cultivo para que crezcan los bulos y la desinformación.

Eso me hace mucho replantearme nuevamente la importancia que tiene una buena Educación para la ciudadanía en un mundo que cada vez se presume más a sí mismo en su ignorancia. 

Durante aquellos primeros fatídicos días recuerdo que, en un debate en televisión, una tertuliana argumentaba que la población no tenía por qué saber como funciona el país en el que vive, cosa que me parece de una irresponsabilidad enorme.

Esto me lleva a reflexionar que gran parte de las desinformaciones y bulos en los que caemos vienen a raíz de nuestros sesgos cognitivos y nuestro escaso conocimiento sobre como está orquestada la democracia en la que vivimos. 

Sin embargo, en las aulas nos obcecamos tanto con todo lo puramente académico que nos olvidamos que formar a nuestro alumnado va mucho más allá: somos responsables de fomentar su capacidad de pensamiento crítico, su sentimiento de pertenencia activa en la sociedad que les ha tocado vivir y sus ganas de mirar más allá de lo que aparentemente es, para así poder completar todo el complejo prisma de variables y puntos de vista que conforman la realidad. 

Si seguimos cometiendo el error de obviar la importancia de estos contenidos o de pensar que se trata de pura ideología, seguiremos cometiendo una y otra vez los mismos errores históricos que llevan a polarizar a la sociedad en posturas que parten más de un discurso de odio que de un razonamiento bien elaborado. 

Del mismo modo, podremos estar más preparados y prevenidos ante el intento de impresentables que buscan manipular nuestra reacción emocional en estos momentos de crisis donde podemos estar más vulnerables y hacernos creer que "su verdad" es la única y verdadera. 

Al fin y al cabo, creo que nada empodera más a una persona que el saber, y no sólo entendiendo este como algo estático y relegado a las grandes disciplinas de estudio, sino como algo dinámico que se construye en el día a día y nos dota de la voluntad y de las herramientas necesarias para comprender el mundo en el que vivimos, el cómo funciona, cómo se organiza y cómo nosotros mismos, como sujetos activos y no pasivos, podemos ser determinantes para mejorar las cosas. 

Por último, mi agradecimiento a toda esa población joven a la que, de manera tan injusta, han calificado como "generación de cristal" y han demostrado ser los primeros en colaborar con quienes más lo necesitaban en este desastre. 

Recordad que es importante estar prevenidos y saber cotejar muy bien toda la información que llegue a nuestras manos, seamos jóvenes o adultos, pues nadie está exento. 

Hoy más que nunca, se hace necesaria una Educación que sepa fomentar la participación ciudadana, la importancia de lo público y de lo colectivo y el ser consciente que como población tenemos derechos, pero también responsabilidades.

lunes, 28 de octubre de 2024

28-10-14

Hace hoy 10 años que, tras haber dejado a final de verano mi Ceuta natal cansado de enlazar contratos precarios sin futuro certero, e irme a vivir a Málaga en busca de un porvenir mejor, tuve la oportunidad por la que tanto tiempo había estado luchando: mi estreno como maestro interino, el cual llegó de manera inesperada y me hizo trasladarme a la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, soy consciente de que no llego a esta fecha tan señalada en el momento vital que yo hubiera deseado. 

No obstante, aunque me lo he llegado a replantear mucho, finalmente no he querido dejar la ocasión de poder echar la vista atrás y reflexionar sobre todo el proceso de aprendizaje, experiencia y crecimiento acontecido. 

Tener la oportunidad de desarrollar mi profesión fuera de mi zona de confort fue todo un reto que acepté con gusto, tanto a nivel profesional como a nivel personal.

A lo largo de estos 10 años he tenido el privilegio de compartir mi camino con personas maravillosas que me han enseñado, cuidado y acompañado. 

A lo largo de estos 10 años me he seguido formando, he seguido aprendiendo de mis iguales y de la experiencia que te da estar presente e implicado en el aula y en tu alumnado, intentando siempre dar lo mejor de mí y poniendo tanto corazón como conocimiento en cada momento. 

A lo largo de estos 10 años he sido capaz de superar el proceso de oposición y convertirme en funcionario de carrera. 

A lo largo de estos 10 años me llevo conmigo amistades que se convierten en familia. 

Sin embargo, no hay luces sin sombras, y no sería justo no mostrar también la cara amarga de este recorrido.

Porque la propia autoexigencia y la reflexión sobre la propia práctica docente hace que a veces tengamos crisis vocacionales.

Porque nuestro trabajo implica a veces la pérdida de alumnado a muy temprana edad, con el duro golpe que ello conlleva. 

Porque al igual que hay personas que hacen bonito el camino, hay otras que lo convierten en un terreno inhóspito y hostil donde toca sobrevivir.

Porque velar por el bienestar de nuestro alumnado a veces implica posicionarte y plantarte ante determinadas políticas que juegan en su contra o ante determinadas injusticias que nuestra ética y nuestro sistema de valores no pueden tolerar. 

Porque hay veces que uno debe parar para poder cuidarse y coger impulso. Cuidarse para poder cuidar.

Gracias por leerme y acompañarme en estos 10 años. Sigamos haciendo camino juntos. Sigamos trabajando en equipo para hacer de nuestras aulas un lugar aún mejor para todas y cada una de las personas que conformamos esta comunidad. 

martes, 18 de junio de 2024

IKIGAI

Ya son casi 10 años desde que empecé mi andadura como maestro especialista de Pedagogía Terapéutica en la Comunidad de Madrid. Ya son 7 años desde que aprobé la oposición y saqué mi plaza. Pero pese a ello una cosa tengo clara: nunca dejo de aprender, y qué gran suerte que así sea.

Durante este curso asumimos un nuevo reto: poner en marcha un aula desde cero con peques que empezaban su primer año de escolarización directamente en una colegio de Educación Especial.

Creo que es importante, antes de continuar, hacer un inciso en este punto sobre el hecho de que niños y niñas de 3 años empiecen su escolaridad directamente en Educación Especial cuando no han agotado todas las vías posibles ni se les ha brindado la oportunidad, por dejadez o por mala fe, de poder cursar la etapa de Educación Infantil en un colegio ordinario con los recursos necesarios para ello.

El hecho es que es la administración quien toma las decisiones, y nosotros y nosotras, profesionales que estamos en las aulas a las que no se nos escucha, las personas encargadas de darles a nuestro alumnado la mejor acogida y la mejor educación posible. 

Así pues, llegados a este punto y teniendo clara la misión, ha tocado ponerse manos a la obra con la gran fortuna de contar con todo un equipo de magnificas personas y excelente profesionales que ha estado este año caminado a mi lado, tanto dentro como fuera del centro. 

Porque, no os voy a mentir, ha habido mucho tambaleo emocional y mucho autocuestionamiento sobre la mejor forma de abordar nuestro trabajo, siempre con afán de crecimiento y mejora profesional. La autoexigencia es lo que tiene.

Pero más allá de todo eso, también ha habido mucho logro conseguido, mucho vínculo sano establecido y mucha satisfacción por mi parte, sobre todo ahora que estamos a final de curso y podemos ver con perspectiva todo el gran trabajo que hemos realizado. 

Es, llegado este momento, donde entra en juego el vocablo que da título a este post, y es que en un post de Instagram pude descubrir la existencia de este concepto y su definición, y me parece de lo más acertado para definir el buen sabor de boca con el que acabo este curso, pues hace referencia al equilibrio que se encuentra entre lo que haces bien, lo que amas, lo que puedes hacer para ganarte la vida y lo que puedes hacer para hacer de este mundo un lugar mejor:

Por todo ello, doy las gracias a mis peques de este curso 23-24 por ayudarme a reafirmar mi Ikigai, y gracias a todas las personas que me han acompañado durante todo ese proceso. 

Espero y deseo que tú, querida lectora o querido lector, encuentres también tu Ikigai.

De momento no puedo más que desearos un feliz y merecido verano.

¡Volveremos en septiembre! 

martes, 5 de marzo de 2024

Sesgo de Género

Ahora que se acerca la tan señalada fecha del 8 de marzo me gustaría compartir una reflexión que ha aparecido de manera reciente en algunas conversaciones que he tenido sobre cómo se siguen manifestando, aún hoy día, los sesgos de género en la sociedad.

Para ello, partiré de una realidad personal: Yo soy Maestro especialista en Pedagogía Terapéutica y desarrollo sus funciones educativas en un Centro Público de Educación Especial, un ámbito laboral donde la gran mayoría de profesionales que trabajan son mujeres. 

Sin embargo, esta realidad también la viví en mi etapa universitaria, donde era el único chico que cursaba esta especialidad educativa. 

Es una situación que también se repite mucho, por ejemplo, en la etapa de Educación Infantil, pero que parece equilibrarse más conforme nos vamos acercando a la Educación Secundaria.

Ello me hace pensar que hay un sesgo de género importante que seguimos heredando y perpetuando, aunque sea de manera inconsciente, y es el de seguir asociando todo que nos parezca que tenga relación con los cuidados al género femenino. 

Del mismo modo ocurre a la inversa, por ejemplo, en carreras como por ejemplo las ingenierías, donde el número de alumnos que se matriculan supera con creces al de alumnas, por lo que me da que pensar que todo aquello que tiene relación con la ciencia o la tecnología sigue asociado al género masculino.

La cuestión es ver por qué se producen estos patrones, cómo se originan y se perpetúan, y como podemos desaprender o romper la cadena de cara a las generaciones venideras. 

Quizás sólo haga falta parar un momento a recapacitar para ver como el lenguaje sigue pervirtiendo estereotipos, como cuando vemos anuncios donde pone "se busca mujer para cuidar de persona mayor" o "se ofrece mujer para tareas de limpieza", lo que nos hace de manera inconsciente asumir un género a determinadas funciones, incluso hasta dentro de las propias familias donde al final las mujeres, por regla general, terminan asumiendo el rol de cuidadoras. 

Igualmente, podemos observarlo también cuando hay otras tareas que asociamos en nuestro imaginario común al género masculino: el mecánico, el fontanero, el informático... 

Cierto es que el cerebro humano genera unas estrategias de pensamiento para categorizar la realidad y ser capaz de dar respuestas rápidas a los distintos inputs de información. 

Es por ello que desde las aulas tenemos la responsabilidad de romper con este patrón de creencias para no seguir perpetuando unos roles aprendidos que en nada ayudan a la igualdad social o a la paridad en el ámbito laboral. 

Estamos en el camino, pero todavía nos queda mucho por caminar. 



miércoles, 24 de enero de 2024

Nada que celebrar

Hace cerca de dos años que estalló el conflicto bélico en Ucrania, y toda la comunidad internacional se lanzó en masa a posicionarse a favor del país que estaba siendo invadido. Era lo lógico, ¿no?

Durante ese tiempo los edificios institucionales lucían la bandera ucraniana en señal de apoyo, y muchos centros escolares se llenaron con estas banderas como forma de concienciar a nuestro alumnado de lo que estaba pasando.

Sin embargo, en un conflicto que lleva vigente 75 años y que se ha recrudecido hasta lo humana y moralmente insostenible en los últimos meses, no he visto que se haya actuado de la misma manera.

Cuando se tiene un poco de sentido crítico se puede mirar más allá y ver como los intereses geopolíticos y el mapa de amiguismos influye en que, de manera oficial, nos preocupe mucho más la invasión de un territorio que la de otro territorio. Al fin y al cabo, aquí la verdadera batalla está a menudo en quién controla el relato.

Pero en plena era de la información no se puede negar la evidencia: estamos asistiendo a unos niveles de crímenes de lesa humanidad en riguroso directo con casi toda la comunidad internacional poniéndose de perfil, apoyando al opresor o censurando y criminalizando a quienes se posicionan con el pueblo oprimido.

Llegados a ese punto, y viendo que ahora se aproxima el Día de la No Violencia y la Paz, me pregunto si realmente tenemos algo que celebrar ese día.

Es una idea que he repetido en anteriores entradas de este blog, y en la que pienso seguir insistiendo: la Paz no puede quedar relegada a un noble pero utópico deseo bondadoso al que sólo damos cabida una vez al año.

La escuela no puede permanecer indiferente a la realidad. Hablar abiertamente de la situación que se está viviendo, explorar sus diferentes narrativas y contranarrativas, entender las diferentes variables que intervienen en el conflicto y tomar perspectiva con sentido crítico es una de las principales tareas que debemos abordar en nuestras aulas para generar en nuestro alumnado aquellas competencias que le hagan un ser humano libre, con un buen sentido de la ética y de la justicia, y con criterio suficiente para comprender el mundo en el que vive más allá de lo que nos quieran contar. 

En este sentido, desde el grupo de Atención a la Diversidad de Acción Educativa, hemos querido lanzar una serie de recursos que creemos que pueden ayudar a profesorado, familias y otras personas que intervienen en la educación a trabajar el Día de la Paz más allá de los clásicos murales o las ya tan manías palomas. 

Porque el verdadero valor de la Educación para la Paz está más en la acción que en la intención, y cuando hablo de acción no hace falta a irse a grandes metas: basta con trabajar y apostar por la paz en cada pequeño resquicio de nuestro día a día. 

Para finalizar, os dejo una viñeta que ha publicado Pedripol para CTXT y que me parece realmente significativa para ilustrar y dar cierre al post.