viernes, 27 de septiembre de 2019

Pequeñas reflexiones sobre el papel de la Escuela frente al Cambio Climático

A lo largo de esta semana ha tenido lugar la llamada "Semana por el Clima", durante la cual nuestros jóvenes estudiantes nos han tomado la delantera y se han lanzado de lleno a las calles.

¿Su objetivo? Poner de manifiesto la urgente necesidad de concienciarnos sobre el alarmante cambio climático que estamos experimentando y a exigirnos que debemos actuar en consecuencia.


¿Qué papel deberían tener las escuelas en todo este proceso?

Para empezar, es un tema de imperiosa actualidad, cuya relevancia ha tocado de lleno a nuestra juventud, la cual sabe muy bien que serán ellos y ellas, en un futuro no muy lejano, quienes más padezcan las nefastas consecuencias de nuestra irresponsabilidad.

En este sentido, los centros educativos no pueden permanecer impasibles ante la realidad que se vive más allá de las cuatro paredes de nuestras aulas, sino que debemos ser los mediadores entre los aprendizajes que deben adquirir y el mundo que les ha tocado vivir.

Por otro lado, en las escuelas tenemos la tarea de no sólo educar en contenidos, sino también en valores, así como de dotar de las herramientas necesarias a nuestro alumnado para que puedan ser parte crítica y activa de una sociedad en la que deberán desarrollarse como persona, pero donde también podrán influir. 

Es importante saber que nuestros actos tienen consecuencias, y que todas y todos tenemos el poder de transformar nuestra realidad, aunque sea mediante pequeños actos cotidianos, pues bien es cierto que necesitamos un cambio de modelo de consumo y producción para poder revertir, en la medida de lo posible, la situación que se nos viene encima, pero mientras luchamos por estos grandes cambios, siempre nos queda la posibilidad de reducir, de reutilizar y de reciclar.

En palabras de Eduardo Galeano


Sigamos exigiendo a nuestros políticos y mandatarios que asuman compromisos y lleven a cabo acciones reales para paliar los efectos del cambio climático que estamos provocando.

Sigamos ejerciendo pequeñas acciones cotidianas para evitar empeorar la situación y concienciemos a las personas que nos rodean de la importancia de seguir dichas pautas. 

Cuidemos de nuestro planeta. 

Es el único que tenemos. 

Gracias alumnos y alumnas por señalarnos el camino a seguir.

Es hora de que ahora seamos nosotras y nosotros quienes sigamos vuestro ejemplo.