sábado, 14 de marzo de 2020

"El frío modifica la trayectoria de los peces"

"El frío modifica la trayectoria de los peces" es la primera novela que escribió el autor canadienese Pierre Szalowski y que fue publicada en nuestro país en el año 2010.


Hay una característica en mí que hace que los libros con nombres así de curiosos y originales me llamen sobremanera la atención y tienda a leerlos. De esta manera he descubierto grandes tesoros de la literatura contemporánea como es la novela que da nombre a este post.

¿El por qué utilizo dicho libro como hilo conductor? Bueno, digamos que las circunstancias que ahora mismo se están desarrollando en el mundo en general y en España o Italia en particular me ha hecho acordarme de cuando lo leí 10 años atrás.

Mi consejo es, que si no has leído este libro, en estos días que vamos a tener tiempo de sobra para estar en casa, te hagas con un ejemplar y le eches un vistazo. Es un libro corto y de una lectura fluida y amena, pero con mucha profundidad. 

En caso de que no te sea importante haberlo leído previamente para continuar con la lectura de esta entrada, que sea bajo tu responsabilidad, ya que hay riesgos de que la trama sea expuesta o desvelada.

Para evitarte cualquier tipo de spoiler, marco de diferente color los párrafos donde hago referencia al argumento. 

Dicho todo esto, durante la novela, hay un acontecimiento fortuito que provoca que la vida diaria de sus protagonistas sea vea truncada y modificada de manera repentina. 

Ante este hecho, aflora entre los personajes de la obra valores humanos tan olvidados a menudo como son la empatía, la solidaridad o la aceptación de nuestras diferencias, poniendo de manifiesto que, a pesar de lo adverso de la situación, en toda situación negativa se esconde algo positivo si sabemos enfocarnos en ello y damos prioridad a las cosas que de verdad importan.

Sabemos que la situación a la que actualmente nos enfrentamos nos supera, dada que es totalmente nueva e impredecible. Hay un sinfín de personas dejándose la piel por controlar dicha situación y combatir sus efectos adversos, tanto personal sanitario como autoridades, agentes y cuerpos de seguridad, personal de limpieza, trabajadores y trabajadoras de supermercados, etc. Personas que se están exponiendo a diario para contribuir dentro de sus posibilidades a mitigar cualquier adversidad y para las que jamás tendremos palabras suficientes para agradecer su sacrificio, su esfuerzo y su labor. 

Es por eso que aludo desde aquí a vuestra responsabilidad cívica personal y ciudadana, a no exponeros si no es imprescindibles, a comprender la gravedad de los hechos y actuar en consecuencia, sin salir de casa, sin desplazarnos dentro o fuera de nuestra ciudad, sin alarmismos, sin histeria, sin compras compulsivas, sin exigencias, evitando no compartir mensajes, noticias, audios, vídeos y demás que circulan por la redes y de los cuales podemos dudar de su autoría o autenticidad.

Si cada cual cumplimos con nuestra parte, si nos quedamos en casa, si no arrasamos supermercados, si mantenemos la calma y nos limitamos a estar tranquilos y esperar, haremos muchísimo por contribuir al problema, aunque no seamos sanitarios o estemos empleándonos a fondo en un hospital. 

Necesitamos más conciencia crítica y social, siendo esta una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra sociedad, al igual que poner de manifiesto la importancia de lo público y lo nefasto de los recortes y de la privatización cuando se trata de algo tan fundamental.

Por suerte, en estos tiempos que corren, el acceso a las comunicaciones es un gran punto a favor, y este hecho está haciendo que, pesé a la cantidad de gente que, como yo, hemos elegido quedarnos en nuestros hogares por compromiso con la causa y por responsabilidad, podamos sentirnos acompañados, cuidar unos de otros desde la distancia física y la cercanía emocional, y saber qué, en caso de necesitarlo, no estamos solos.

Es por ello que aprovecho para, desde aquí, enviar un mensaje de optimismo, de cariño y de unidad. 

Gracias por estar al otro lado de mi pantalla y de mi auricular. 


Todo saldrá bien.