miércoles, 26 de septiembre de 2018

"Abre tus aulas y echa a volar"

Este pasado fin de semana tuvo lugar la Escuela de Verano que organiza el colectivo Escuela Abierta, en Getafe; un evento que ya marca una fecha señalada al comienzo de cada nuevo curso escolar.

En esta ocasión, la temática que se abordó durante este encuentro educativo fue la de los cuidados en la escuela, un tema sobre el cual ya había escrito yo una vez en este blog a raíz de un evento similar celebrado en 2017 en Segovia de la mano de Conspiración Educativa, y me honra mucho saber que dicho texto al que di forma por aquel entonces ha tenido una gran acogida y repercusión durante el desarrollo de esta última jornada.


Quizás esto mismo haga pensar que, como es un tema sobre el cuál ya he reflexionado con anterioridad a través de esta plataforma, no tenga mucho más que aportar, y en parte no faltaría razón, pero me sigue pareciendo una cuestión de vital importancia a tener en cuenta en nuestra realidad escolar cuando los tiempos que corren nos imponen cada vez con más presión unos modelos frenéticos y totalmente deshumanizados.

Este hecho hace que, por poner el foco sobre, en mi opinión, un concepto erróneo de excelencia y sobre la competitividad y la productividad ante todo, se pierda de vista la importancia del bienestar social y personal. Tal y como se nos comunicaba durante el desarrollo del encuentro, "hay cuidados que descuidan", y creo que eso es lo que ocurre cuando, por querer cuidar ciertos aspectos a los que damos importancia en la sociedad actual, olvidamos atender aquello que realmente resulta importante y esencial.


En este sentido, parafrasenando también lo hablado durante el fin de semana, "hay que saber diferenciar entre los cuidados por compasión y los cuidados por equidad", es decir, salir de aquel concepto unidireccional y vertical por el que entendemos el hecho de cuidar y centrarnos en un plano más holístico e inclusivo, un plano donde todas y todos tengamos cabida, y que realmente atienda a la diversidad que nos es inherente en nuestra condición de seres humanos.

Y es que debemos dejar de entender la diversidad únicamente como sinónimo de necesidades educativas especiales, y comprender que abarca mucho más, que abarca múltiples maneras de ser, de sentir, de proceder, de aprender, de amar, etc. 

Es un hecho sobre el que se quiso poner especial hincapié durante el transcurso del fin de semana, pues aceptar que la diversidad es una característica básica y enriquecedora de nuestra sociedad es el primer paso para que todas y todos nos cuidemos en un marco de convivencia y de respeto mutuo.


Así pues, fue un placer poder compartir este espacio junto a mis compañeras del grupo de Atención a la Diversidad de Acción Educativa, junto a las cuales tomamos un papel activo formando equipo y destacando la importancia de los cuidados en el campo educativo que nos une bajo el paraguas de este paradigma que venimos defendiendo.

Se trata de un grupo de personas maravillosas con el que me siento ampliamente cuidado en la inmensidad de esta gran ciudad que tan bien te acoge pero que, a la vez, tan perdido te puede hacer sentir estar.

Después de todo, se trata de romper ese concepto de la persona docente (y no docente también) como una isla perdida y remota, que debe enfrentarse en solitario a los designios de un extenso, caprichoso y a veces peligroso mar.


Únete.

Cuídate.

Cuídales.

Forma archipiélagos.

Toma la llave.

Abre las cerraduras.

Rompe las barreras.

"Abre tus aulas y echa a volar"



viernes, 7 de septiembre de 2018

Mismo destino, nuevas sensaciones

Septiembre ya ha llegado y, tras un necesario periodo de descanso y desconexión en mi tierra natal, toca afrontar con ilusión y entusiasmo un nuevo curso escolar; un nuevo curso donde, tras algunos años de intentos fallidos de continuar en el colegio donde hubiera ejercido el curso anterior, repito en el mismo centro educativo de manera consecutiva, pues es el centro que ya me ha sido asignado como destino definitivo ahora que, después de haber afrontado el proceso opositor en varias ocasiones, por fin tengo mi plaza.

Eso hace que por fin pueda dar continuidad al trabajo comenzado el año anterior, algo que siempre he echado en falta desde que empecé a desarrollar mi labor docente como maestro interino en la Comunidad de Madrid, teniendo la sensación de que siempre dejaba a medias todo lo iniciado año tras año en cada nuevo destino en el que me tocaba estar.

Lo peor de todo esto, como ya he defendido en otras ocasiones, es que ello repercute, en muchos de los casos (salvo en algunas ocasiones en las que, por desgracia, se trata más de un alivio que de una perdida), en la calidad de la atención educativa que se les presta a los chicos y chicas que conforman nuestros centros, pues que tengan continuidad con sus personas de referencia significa que ya se parte de un entorno de confianza y de un conocimiento mutuo que ayuda mucho a que, tanto el trabajo a desarrollar como las relaciones personales que de esta interacción se generan, fluyan de una manera mucho más cercana y natural, partiendo todas las partes de una base previa. 

Es por ello que estoy realmente contento con poder seguir este año trabajando con parte del que fue mi grupo durante el curso anterior, y de disponer ya de un espacio propio acondicionado para ellos y para dar la bienvenida a los nuevos miembros que lo van a conformar.

Además, me parece una gran suerte poder seguir contando en mi equipo de trabajo profesional con algunas personas con las que ya he tenido el gusto de trabajar y colaborar de una manera muy eficaz, implicada y positiva, además de compartir centro con muchas otras personas con las que, aunque no trabaje directamente, me alegra mucho poder contar. 

En definitiva, espero que este nuevo año sea otra oportunidad para seguir creciendo, aprendiendo y mejorando, para seguir cumpliendo metas, alcanzando objetivos y para ofrecer a mi alumnado lo mejor de mi persona en todo momento en estrecha colaboración y cooperación con el resto de personas que conforman nuestro colegio y nuestra comunidad, contribuyendo con ello al buen clima de centro y poner así mi granito de arena para hacer que éste sea un lugar donde a todos y a todas nos guste estar. 

¡Feliz comienzo de curso a todas y a todos!

¡Y todo mi apoyo para quienes este año tenéis que volver a opositar!