viernes, 2 de septiembre de 2016

"Septiembre sin opción a repetir"

Como cada año, el paso de Agosto a Septiembre significa para todos los que nos dedicamos a la Educación la vuelta a los centros escolares para afrontar el nuevo curso que se nos presenta. Sin embargo, para muchos de nosotros, como es mi caso, Septiembre nunca es sinónimo de volver. Y es que la vida del Interino tiene ciertas peculiaridades que hacen que cada verano nos veamos sometidos a la más perversa de las incertidumbres, y ya no es sólo estar en el limbo a la espera de lo que nos deparará el destino el próximo curso. Existe una variable que nadie de los que asignan nuestros destinos parece cuestionarse, y que, a menudo, es la que más debería importarnos: "¿qué pasa con los alumnos y alumnas que cada año se ven sometidos, sin ningún criterio pedagógico, a toparse con un docente distinto, con sus distintas tablas y su particular forma de entender la Educación?"

En todos nuestros centros existen grupos de alumnos y alumnas abocados durante una gran parte de su vida escolar a ser los principales afectados por el vaivén de maestros y maestras que pasan por sus clases sabiendo que su situación en la misma viene ya marcada, desde un primer momento, con fecha de caducidad.

En algunos casos esto incluso puede ser positivo, si se trata de que el grupo y el docente no han tenido buena relación, pero en la mayoría de las veces lo que ocurre es que se rompe toda una metodología de trabajo y un buen clima de aula por no establecer ningún criterio de continuidad al profesorado interino que haya desempeñado con notable éxito su labor y haya sabido ganarse a su alumnado.

Y en esta tesitura es la que me hallo yo, después de que el curso pasado, siendo por fin mi primera vacante completa para todo un año escolar, coincidieran equipo directivo, claustro, alumnado y familias en la buena estima del trabajo por mi parte realizado y lo ventajoso que sería que pudiese continuar en el mismo centro otro curso más.

Porque al final quienes toman las decisiones no son quienes están al pie del cañón, y es por eso que ahora, al llegar de nuevo Septiembre, me encuentro sin opción a repetir.

Ahora toca volver a empezar de cero en otro colegio, volver a conocer a las personas que lo componen: compañeros, familias, alumnado, personal laboral, etc., y volver de nuevo a esa fase de adaptación inicial que tanto resta a la fluidez con la que podría iniciarse un curso cuando ya conoces de qué va la función. 

El lado bueno que se puede extrapolar de todo esto es que, por allá por donde pasas, vas dejando una importante e imborrable huella en quienes han compartido contigo parte de este ajetreado recorrido.

Es por eso que, para finalizar, quiero compartir con todos vosotros la carta de despedida que, a modo de acertijo, dediqué a los chicos y chicas con los que tuve la suerte de coincidir el pasado curso escolar.

Porque, como bien dice la canción, se hace camino al andar. Sigamos caminando. Sigamos llenando nuestra mochila de experiencias.



"Con la llegada del último día de clase quiero plantearos el acertijo más difícil de todos. Este acertijo no es como ninguno de los que habéis resuelto anteriormente, aunque seguramente todos los resueltos anteriormente os servirán para enfrentaros a este.

Lo cierto es, si os soy sincero, que no se trata de un acertijo con una única respuesta válida, ya que las respuestas posibles son tan amplias y distintas como personas hay en el planeta. Por eso, cada uno de vosotros y vosotras tendrá que encontrar el camino que ha de seguir para poder resolver su propio acertijo personal, pues este acertijo no es nada más y nada menos que la vida misma.

Por lo tanto, a ti, que me estás leyendo, quiero darte todo mi apoyo y todos mis ánimos para nunca te pierdas en tu constante caminar.

Recuerda todo lo que has aprendido este año, recuerda como has ido progresando a lo largo del curso, y recuerda también como has sido capaz de ir resolviendo los diferentes retos planteados, con constancia y paciencia, usando tu cabeza, tu ingenio, tus destrezas, tu creatividad y tu imaginación.

Reflexiona sobre aquello que podrías haber hecho mejor, pues todos tenemos derecho a equivocarnos, pero también la obligación de que eso nos sirva de lección.

Piensa en los buenos momentos que has vivido gracias al colegio, piensa en las cosas que te hicieron sonreír y piensa en todas las personas que son importantes para ti. Quizás no siempre puedas verlas, pero has de saber que siempre estarán ahí.

Por mi parte, debo decirte que ha sido un auténtico placer conocerte y poder compartir contigo este curso escolar. Me llevo conmigo muy buenos recuerdos de los momentos vividos, por lo que quiero darte las gracias por haber contribuido en que mi tiempo en este colegio haya sido tan especial.

Ahora no se a donde me llevarán mis pasos, no sé si tendré que marcharme o podré continuar, pero la vida es, como decíamos previamente, un constante caminar, y en ese recorrido agradezco enormemente que nos hayamos podido encontrar.

Por eso mismo te pido que jamás te rindas en el camino, pero si tómate tu tiempo cuando quieras descansar, que andar a lo loco y sin rumbo a veces puede dar resultado, pero siempre es mejor pararse a pensar en cuál es la dirección que queremos y debemos tomar.

Recuerda que no se trata de ninguna competición, que tu única meta debe ser siempre hacer de cada día un día importante y especial, por lo que no tengas demasiada prisa por querer avanzar, construye paso a paso tu futuro y permítete el lujo de disfrutar durante tu recorrido, sin perder nunca ni el horizonte ni el compás.

            Para finalizar, quiero despedirme con un fuerte abrazo, y desearte que pases un verano fenomenal. Cuídate y quiérete mucho, recuerda siempre lo que vales, sé feliz y ayuda a los demás. Trabaja duro en lo que quieres, esfuérzate siempre por dar lo mejor de ti, y nunca, nunca, dejes de soñar.

                                                                               ¡HASTA SIEMPRE!
                                                                                                                  
                                                                                         Jesús Pereira
                                                                                  (21 de Junio de 2016)"