lunes, 30 de enero de 2023

Paz interior

Hoy, 30 de enero, se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, una jornada que desde los centros escolares aprovechamos para concienciar a nuestros alumnado sobre la importancia de ser participes en la construcción de la paz en el mundo, es decir, paz como algo exógeno que parte de cada persona y que se manifiesta en el contexto próximo o lejano. 

Sin embargo, nos solemos olvidar de trabajar la paz como algo que también se construye hacia dentro.

Y es que la paz debe tener su punto de partida en cada uno de nosotros o nosotras, de manera que seamos cimiento firme de sirva de base para nuestro propio bienestar y para todo lo que al mundo podemos aportar. 

Primero, porque es importante aprender a voltear la vista hacia uno mismo para conocerse, entenderse y saber procesar todo aquello que pasa en nuestro interior. 

Segundo, porque tener consolidada nuestra paz interior de una forma sana es el mayor garante de una correcta relación con el mundo que nos rodea, ya sea para saber disfrutar de las cosas buenas que nos ofrezca la vida, para relacionarnos de manera adecuada con nuestros iguales, o para poder lidiar mejor con las circunstancias negativas. 

Por eso mismo, como ya he dicho en más de una ocasión, no se trata de reducir el concepto de Paz un sólo día en el calendario donde nos llenamos de buenos deseos que a menudo no sabemos como materializar, si no en trabajar todos y cada uno de los aspectos relacionados con la educación afectiva y la gestión emocional.

Porque vivimos en unos tiempos donde impera una positividad tóxica que ensalza la idea de felicidad como la meta suprema a alcanzar, y debemos revertir y desmontar ese perverso argumento apostando por el concepto de estar en paz con uno mismo como el mejor estado en el que nos podemos hallar, siendo capaces de identificar las emociones que en nuestro interior se generan, dándole forma, aceptando aquellas que no son agradables y potenciando aquellas que nos generen mayor bienestar. 

Sólo entonces tendremos las herramientas idóneas para relacionarnos de forma asertiva con nuestro entorno y poder ayudar a las personas que nos rodean a encontrar también su propia paz.

lunes, 2 de enero de 2023

Propósitos

Comienza un nuevo año, momento en el que una gran parte de persona se replantea todo lo transcurrido hasta la fecha y se encomienda a nuevos propósitos que no siempre se son capaces de cumplir.

En mi caso, llevo tiempo siendo consciente de lo abandonado que he tenido este blog durante todo el año 2022. Tanto es así, que llevo casi un año sin publicar absolutamente nada y, la verdad, no hay ningún motivo de peso para ello, simplemente he procrastinado, he dado prioridad a otras cosas o no ha habido inspiración. 

Tampoco pretendo que este nuevo post sea un compromiso firme de volver a mantener una asiduidad en cuanto a nuevas publicaciones se refiere. Quizás porque he comprendido la importancia de no forzarte a hacer cosas que no quieres hacer más allá de aquellas que lo requieren por pura supervivencia o porque aportan un bienestar físico, mental, social o emocional. 

La cuestión es que, ahora que comienza un nuevo año para la mayoría de los mortales - recordad que, para quienes nos dedicamos a la Educación, este acontecimiento se adelanta a septiembre -, es importante no sobrecargarnos con propósitos que quizás no lleguemos a alcanzar, que los progresos se consiguen paso a paso, día tras día, y con constancia, que más vale pequeños logros diarios a grandes metas lejanas.

Tenemos un aquí y un ahora como espacio y tiempo sobre el que podemos actuar, y tan válido es aceptar que hay cosas que no podemos cambiar como tener el coraje de luchar por lo que si podemos mejorar, empezando por cada uno de nosotros. 

Como dice @alsacristan:


Es por todo ello, querida lectora o querido lector, que os doy la bienvenida al nuevo año dedicándoos este post y con la humildad de quien ha estado este último tiempo trabajando en sí mismo para poder ser un ser humano mejor. 

Os mando un fuerte abrazo, y confío en que este 2023 siga yéndonos, al menos, tan bien como el anterior. 

Y si no, ya nos tocará a nosotras y a nosotros hacerlo mejorar. 

¡Cuídense!