jueves, 29 de agosto de 2019

Angus Young

Angus Young, guitarrista del grupo ACDC, es conocido por salir siempre a los escenarios vestidos con un uniforme escolar. 

Existen varías teorías en torno a este hecho, y una de las principales suelen ser que, durante su etapa escolar, topó con algún o alguna docente que constantemente le estuvo repitiendo que jamás llegaría a nada en la vida, y es ésta una manera de lanzar un mensaje a quienes no creyeron en él.


Aún sabiendo que no está del todo confirmada la veracidad de esta hipótesis sobre la indumentaria de éste mítico músico, voy a permitirme tomarlo como ejemplo para exponer como este tipo de profecías negativas se proyectan en las aulas mucho más de lo que sería deseable.

Más concretamente, me gustaría aprovechar la ocasión para exponeros como, durante mi vida académica, también recibí mensajes de este estilo sobre mi futuro por personas que decían ser profesionales de la Educación.

Para quiénes no hayáis leído mi entrada anterior, debo decir que a mi zurdería siempre estuvo asociada una caligrafía bastante ilegible, siendo éste uno de los hechos por los que más se me recriminó que jamás podría labrarme un futuro. 

Hasta cierto punto, puedo comprender que, por mi bien, era importante que mejorase este aspecto de mi escritura. Sin embargo, la forma en que se me planteaba, mediante comentarios despectivos o mediante negativas expectativas hacia mi futuro, provocaba en mí mucho más rechazo que motivación para ponerme a trabajar en ello (bendita mi madre que puso todo de su parte para intentar que mejorase mi tan nefasta letra).

Por otro lado, el ser un chico tímido y sensible fue también un factor importante a tener en cuenta durante mi etapa escolar a la hora de relacionarme con compañeras y compañeros. 

En este sentido, creo que, como docentes, tenemos la responsabilidad de conocer a nuestro alumnado, de observar y comprender que tipo de organización social se desarrolla tanto dentro de nuestras aulas como durante los tiempos de recreo, y actuar si detectamos alguna dificultad o alguna situación de acoso. 

Sin embargo, en mi caso recuerdo una gran dejadez por parte de las personas adultas que allí estaban, e incluso hubo quién fomentó esa situación con bromas inapropiadas o puestas en evidencia durante el transcurso de las clases.

Estos son aspectos de mi vida pasada que tengo bastante borrados de mi memoria (a veces nuestra mente es sabia) y que expongo aquí, no por remover la basura, sino a modo de intentar concienciar sobre aspectos de este tipo que, desafortunadamente, se dan en la vida escolar.

Lo cierto este es un tema sobre el que alguna vez había pensado escribir, pero no sabía como plantearlo. Sin embargo, recientemente estuve hablando sobre ello con una buena amiga del gremio, y me pareció necesario plasmarlo aquí para así darle visibilidad, ya que no todo el mundo, ante este tipo de situaciones, tiene la fortuna de saber sobreponerse a esos continuos mensajes negativos y demostrar su valía pese a cualquier pronóstico indeseado, como ocurre con nuestro guitarrista protagonista de este post.

Tampoco me parecería justo obviar el hecho de no todo fue negativo, pues también tuve la gran suerte de toparme con otro tipo de docentes mucho más involucrado y que vio en mí el valor que a menudo ni yo mismo veía, y estoy enormemente agradecido por su buen hacer y su influencia sobre mi persona.

Así pues, puede que yo no triunfara en el mundo de la música, pero sí que, pese a todo, logré el objetivo que tanto esfuerzo y sacrificio me supuso aprobando mi oposición como maestro, y a día de hoy tengo la suerte de ejercer una profesión con la que disfruto y con la que me siento realizado. 

Por lo tanto, a quienes os dediquéis a este trabajo, recordaros desde aquí la gran capacidad de influencia, tanto positiva como negativa, que tenemos sobre tantos y tantas discentes que pasan por nuestras manos.



Y es que, como diría nuestro amigo y vecino Spiderman: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad".

Así pues, antes de despedirme, sólo queda recordar que...

"It's a long way to the top if you wanna rock'n'roll!"



¡Qué tengáis un gran comienzo de curso!

martes, 13 de agosto de 2019

13-A

Son ya varios los años que dejo pasar la ocasión de escribir una entrada en un día como hoy porque suele coincidir con el descanso que me tomo en el blog durante el verano. Sin embargo, puesto que ya me tomé una necesaria pausa unos meses atrás, creo que ahora es un buen momento para escribir sobre un tema que me toca directamente.

Y es que, para quien no lo sepa, hoy se celebra el día internacional de las personas zurdas, así que, como buen zurdo que soy, me gustaría exponer mi experiencia al respecto a la hora de afrontar ciertas situaciones y aprendizajes.

Empezaremos, pues, por aquello que se hace más significativo a simple vista en cualquier aula: la forma de escribir. 


Como bien sabemos, en el mundo occidental el proceso de lectoescritura se suele realizar de izquierda a derecha, lo que conlleva que, para una persona diestra, sea fácil seguir de manera visual lo que va escribiendo. Sin embargo, para una persona zurda no es tan sencillo, puesto que vamos tapando con nuestra mano dominante aquello que vamos escribiendo (o dibujando), y provoca que a menudo tendamos a no coger el lápiz de forma correcta o a adoptar otro tipo de posturas, tal y como vemos en la imagen, para poder realizar ese seguimiento visual del que hablábamos, por no hablar ya de las características manchas de tinta con las que solemos "adornar" el canto de nuestra mano izquierda cuando escribimos. 

Por otro lado, también está el dificultoso uso de unas simples tijeras. Cierto es que, hoy día, se ha normalizado más el uso de tijeras para personas zurdas, pero en mi caso fue toda una odisea el aprender a recortar con la mano derecha, ya que con la izquierda me era imposible coger correctamente las tijeras (y lo mismo pasa con otros elementos, como por ejemplo, un abrelatas). 

Ya Ned Flanders en la famosa serie animada de Los Simpson ponía de manifiesto estas dificultades de las personas zurdas inaugurando una tienda con producto específicos para las mismas.


Este es un hecho que se extiende también al mundo de la música, ya que prácticamente la totalidad de instrumentos musicales están diseñados para las personas diestras - cuestión hasta cierto punto razonable, ya que se trata de la mayor parte de la población -, pero que dificulta desde la adquisición un instrumento (considerablemente más caros al ser para una persona zurda, lo cual me resulta injusto) hasta la participación en cualquier jam session o evento de carácter similar donde se ponga a disposición de los asistentes el acceso a los instrumentos musicales allí ubicados y preparados para el gran grueso de la población. 

Por último, pero no por ello menos importante, está la cuestión de aquellos condenados pupitres que estaban formados por una silla y una pequeña superficie para escribir al lado derecho de la misma. En alguna ocasión puntual podías encontrar uno de estos pupitres con la tabla al lado izquierdo, pero por regla general me he visto, a lo largo de mi vida tanto escolar como post-escolar, obligado a escribir torcido hacia la derecha porque no se había previsto el disponer de algún modelo de estos pupitres para personas zurdas (si bien me resultan, por regla general, de lo más incómodo para cualquier persona, escribas con la mano que escribas, y optaría por su desaparición de nuestras aulas).


Por suerte hemos superado en gran medida aquella etapa en la que el uso de la mano izquierda conllevaba una serie de connotaciones negativas o asociadas al mal, y se golpeaba en esa mano a quienes hicieran uso de la misma o se le ataba detrás de la silla para ponerles en la obligación de usar la mano derecha.

No obstante, todavía me consta que quedan algunos resquicios de que la mano izquierda no está del todo bien vista, ya sea por una cuestión cultural (lo cual no creo que deba ser excusa) o por una simple estrechez de miras.

Y es que a veces, cuando hablamos de atención a la diversidad, solemos pensar en cuestiones profundas y en grandes medidas, pero nos olvidamos de aspectos tan básicos como el facilitar a las personas zurdas determinados materiales y estrategias de acceso al aprendizaje, y tan importante es pensar a lo grande como centrarse en los pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos.

¡Que paséis un buen día!