lunes, 1 de septiembre de 2014

"A mí no me digas que no se puede"

Hoy comienza un nuevo curso escolar y, aunque yo no forme parte activa aún de ese proceso, quiero aprovechar la ocasión para reanudar mi actividad con este blog, el cuál se ha mantenido en estado de letargo durante el verano, y lo hago haciendo referencia a un taller al que tuve el gusto de asistir a principios del mismo gracias a La Casa de la Juventud de Ceuta y a La Sala Café Club.

Dicho taller, cuyo título es el mismo que hoy os traigo en esta entrada, fue impartido por Juan Manuel Montilla, rapero, actor y artista en general, más conocido por el sobrenombre de El langui, del cual quiero compartir la siguiente entrevista que le realizó la cadena local Ceuta TV en relación al mismo antes de continuar.


Como el propio Langui sostiene y defiende, "al usar la palabra discapacidad corremos el riesgo de olvidarnos de lo capaces que somos", lo cual lleva a abordar la necesidad de un cambio de perspectiva real en materia educativa, más aún cuando todavía seguimos usando términos que, lejos de potenciar dichas capacidades, sigue poniendo el acento en el déficit.

Es por ello que quiero volver a hacer hincapié, como otras tantas veces he hecho ya, en la necesidad de fomentar una filosofía educativa en nuestras escuelas y en nuestra sociedad en general, en la cual nadie nos diga, como bien sostiene nuestro protagonista de esta entrada, lo que no podemos hacer, sino que se nos aliente y se nos motive para luchar y conseguir todo aquello que nos propongamos, y no hablo sólo del alumnado con cualquier tipo de necesidad específica, sino en general de cualquier alumno o alumna, así como de toda la comunidad educativa, pues somos a menudo nosotros mismos, familiares y docentes, los que planteamos los obstáculos, de forma consciente o inconsciente, al desarrollo de nuestro alumnado y de nuestras propias funciones.

Por esa misma razón, y viendo el gran ejemplo de superación personal que supone el caso presentado, hoy escribo y comparto el presente post como una forma de empezar este curso con motivación y energía, de manera que nuestro trabajo y nuestra lucha diaria no nos suponga un muro imposible de franquear, sino un trampolín con el que coger cada vez más impulso para poder llegar lo más lejos posible.

Yo, por mi parte, trabajaré duro también para que el curso que viene pueda volver a daros la bienvenida a este blog tras el verano compartiendo con todos vosotros mi incorporación al cuerpo de maestros y mi experiencia dentro del mismo. 

Sin nada más que añadir por el momento, quiero desearos un gran comienzo de curso y que sea un buen año académico y personal, así como agradecer desde aquí a El Langui todo lo que nos aportó a los asistentes de aquel taller y por ser un ejemplo de persona digna de admirar.

Toca seguir trabajando por un aprendizaje sin barreras y una educación de calidad de todos y para todos por igual, en la cual no vale decir aquello de que "no se puede", porque si se quiere, se puede. Todo depende de nuestra actitud.



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