martes, 3 de diciembre de 2019

Reflexiones sobre el concepto de Discapacidad

Hoy me gustaría aprovechar que es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad para escribir una entrada en este blog acerca de una idea sobre la que casualmente ayer estuvimos dialogando en una reunión de la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de la Comunidad de Madrid.

El tema en cuestión es que, aunque el paradigma educativo vigente destaque la importancia de compensar las condiciones de discapacidad mediante la disposición de todos los recursos personales, materiales y organizativos que se consideren necesarios bajo el principio de equidad, creo que seguimos pecando al poner el foco sobre la condición de la persona y no sobre el contexto.

Al fin y al cabo, son los entornos quienes a menudo tienen el poder de potenciar o de reducir dicha condición de discapacidad, o dicho de otra forma, la discapacidad puede ser una condición relativa, pues la capacidad o no capacidad de realizar una determinada acción va en función del contexto donde se quiere realizar dicha acción, el cómo se espera que se realice esa acción o con que herramientas se cuentan para ello. 

Es decir, no se trata sólo de una cuestión meramente escolar, sino que implica un cambio de concepción social y cultural, entendiendo que estas cuestiones van más allá de colocar una rampa de acceso u alguna otra medida similar, pues, pese a ser un grandísimo avance y cumplir con un noble propósito, a estas alturas de la partida no son suficientes para abarcar la visión holística y profunda que queremos resaltar. 

Porque, tal y como se decía ayer, los entornos deben ser amables en el sentido más amplio de la palabra: deben ser acogedores y respetuosos tanto con las personas que puedan presentar por algún motivo esta condición de discapacidad como con las personas que trabajan con estos colectivos y hacen posible que las primeras desarrollen al máximo sus propias capacidades para ser una persona lo más plena y autónoma posible.

Sabemos de sobra que hay algunos casos de pronunciada discapacidad donde encontraremos mucha más dificultades para abordar este tipo de planteamientos - quienes trabajamos en la Educación Especial lo tenemos muy presente -, pero espero que se entienda el mensaje que mediante esta entrada pretendo transmitir.

Mientras tanto, el hecho de que sigan existiendo entornos o situaciones discapacitantes que con buena voluntad, actitud, esfuerzo y, por supuesto, con los recursos y respaldos necesarios podamos solventar, seguiremos trabajando y poniendo nuestro granito de arena hasta que no haga falta hablar de discapacidad, sino de diversidad, pues en la diversidad cabemos todos. 


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