jueves, 17 de junio de 2021

"Últimamente no escribo"

"Últimamente no escribo". Con estas palabras daba comienzo el rapero Zenit a una de sus canciones más íntimas, y con esas mismas palabras quiero dar yo comienzo a este nuevo post, un post que escribo más por mantenimiento del blog que por propia motivación, ya que no he publicado nada nuevo desde el pasado 30 de abril

Esto puede deberse tanto a que estoy falto de ideas o a que, a estas alturas del curso, he podido constatar que quienes nos dedicamos al mundo de la Educación estamos en un momento de agotamiento que, si bien suele darse normalmente en estas fechas, en este caso es mucho más pronunciado tras haber podido salvar un año escolar que partía en septiembre sin los deberes hechos por parte de las administraciones pertinentes y que no sabíamos muy bien cómo se nos iba a dar.

Creo que, si nos preguntaran a cualquier de nosotros al inicio del curso, ninguno hubiéramos imaginado llegar a junio manteniendo las clases presenciales.

Todo ese esfuerzo extra que hemos realizado y toda esa dedicación se ha hecho pese a la falta de recursos y pese al clima de confrontación y de incertidumbre. Un esfuerzo extra que ahora nos pasa factura.

Después de todo esto habrá quienes, desde sus despachos alejados de la realidad escolar, querrán colgarse medallas o vendernos discursos, como que los niños y niñas se sienten como héroes llevando mascarilla o que se les otorgue un diplomita al tiempo que se recorta en su educación.

No obstante, si algo hemos demostrado este año quienes realmente estamos al pie del cañón es que menos es más, que disminuir la ratio en el aula aumenta la calidad del aprendizaje - nada nuevo bajo el sol -, que la sobrecarga burocrática resta tiempo y energía para la enseñanza, y que al final somos nosotras y nosotros, como miembros de la comunidad educativa, quienes hemos conseguido sacar este curso adelante.

Un curso que, en mi caso, supone además el fin de un ciclo, y ello implica, aparte de la incertidumbre por lo nuevo que vendrá, una mezcla de emociones que también incide sobre esa saturación final a la que hacíamos mención. 

Por último, mostrar mi reconocimiento en general por todas las personas que han contribuido al buen desarrollo de este año escolar en general y, en concreto, mi agradecimiento a quienes han compartido conmigo el curso y han hecho posible con su buen hacer que hayamos llegado hasta aquí. 


¡Qué tengáis un buen y merecido verano! 


 

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