viernes, 28 de enero de 2022

"La Paz es el camino"

Una vez más llega la fecha en la que los centros escolares celebramos el Día de la Paz y de la No Violencia, pero esta vez lo hace en medio de una situación que poca paz nos está generando a toda la Comunidad Educativa.

Y es que desde la vuelta a las clases tras las vacaciones de Navidad hemos estado envueltos en una constante tensión provocada por una alerta sanitaria que nos viene acompañando desde principios de 2020 y que aún así siempre nos sigue pillando desprevenidos ante la falta de anticipación y de mecanismos de prevención por parte de las administraciones competentes. 

Además de eso, crece la escalada de tensiones entre los antiguos líderes de los dos bloques de la Guerra Fría, como si la pandemia vivida durante estos casi dos últimos años no hubiera sido suficiente para ponernos a todos en jaque. 

Por otro lado, tenemos la crispación social y política que se vive cada día dentro de nuestro país, con posturas cada vez menos constructivas y que ha convertido los plenos en un esperpéntico espectáculo en busca de quien suelta el mejor zasca o dice la burrada más grande. 

Por último, estamos la población de a pie, la que vive sumida en el caos, el estrés y la competitividad, la que no vive un conflicto armado, pero sufre la guerra de los precios abusivos de la luz o la vivienda, la que es maltratada por un sistema que la aprieta y la ahoga por un salario que no le da para pagar sus deudas, a la que se le niega su derecho a unos servicios públicos de calidad. 

Sin embargo, en medio de todo esto, seguimos pensando en que la paz son grandes ideales, a menudo utópicos, que la humanidad sueña con alcanzar, cuando la paz es algo que debemos construir desde abajo, desde lo mundano, desde aquello que nos atañe y está bajo nuestro control.

Siempre se habla de paz como algo externo, pero es algo que también debemos cultivar en nuestro interior, y creo que, por desgracia, esta parte queda siempre relegada en el olvido. 

Quizás porque las prisas nos hagan confundir lo urgente con lo importante, o quizás porque en medio de tanto barullo no hayamos podido pararnos a mirar hacia dentro.

Por tanto, creo que es fundamental que, en nuestro marco de actuación, cuando trabajemos la paz, no lo hagamos sólo porque es un día marcado en el calendario, sino porque creemos que es la base individual y colectiva para el bienestar, y ello pasa por trabajar el sentimiento de comunidad, la gestión de emociones, los valores democráticos o la asertividad. 

De esta manera, podremos cultivar la paz en nuestro entorno más cercano, hacerla contagiosa, influir en la paz de los demás.

Tenemos en nuestras manos un arma realmente poderosa.

Hagamos ver al mundo que velar por la paz es mucho más que evitar una guerra, es también garantizar una vida digna y de calidad.

En palabras de Mahatma Gandhi, "No hay camino para la paz, la paz es el camino"

Hagamos camino al andar.


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