Hoy vengo a plasmar en este blog una idea que desde hace algún tiempo me viene rondando la cabeza pero que, por una cosa o por otra, nunca me había sentado a redactar y a darle forma.
La cuestión es que, a lo largo de mi experiencia docente, amplia a la par que diversa, he ido desarrollando la idea de que enseñar es mucho más que trasmitir contenidos y que la educación es mucho más que letras y números, que todo se resume en una cuestión de actitud.
Es por ello que quería compartir con todos vosotros una serie de reflexiones al respecto, para lo cual tomaré prestado, a modo de guiño y de homenaje, el formato que el gran Pepe Arjona utiliza en su blog para hablar de "Los Apuntes del Jóven Padawan".
Así pues, el buen docente...
...trabaja día tras día sabiendo que su función debe ser la de formar ciudadanos críticos, competentes y preparados para desarrollarse de forma autónoma en la sociedad.
...sabe que las cosas siempre se perciben mejor cuando se dicen con una sonrisa y con buenas palabras.
...hace ver a su alumnado que errar es de humanos, pero rectificar es de sabios, y que, como buen sabio que es, acepta sus errores y deja su orgullo a un lado para proceder a corregirlos, pidiendo disculpas si procede la ocasión y aceptando el error como algo natural y positivo en el proceso de aprendizaje.
...entiende, de ese modo, que se educa mejor actuando que predicando, y por eso procura siempre ser un modelo de persona a seguir ante su alumnado.
...es consciente de que no se puede exigir a otros lo que no eres capaz de exigirte a ti mismo, y que las normas y tareas establecidas mediante diálogo y consenso son mejor aceptadas que aquellas que son impuestas.
...comprende que cada alumno es único y diferente, y que por ello se debe respetar su propio ritmo de aprendizaje y su manera de proceder, pues a menudo no hay una única forma válida de resolver una tarea, y se debe fomentar tanto la creatividad como el pensamiento divergente frente al pensamiento dirigido.
...prioriza el aprendizaje cooperativo frente al individualismo y la competitividad, y fomenta la convivencia y la aceptación de la diversidad como un aspecto positivo del que todos podemos aprender.
...valora abiertamente el esfuerzo e interés de su alumnado, pues sabe el gran papel que juegan la motivación, los refuerzos positivos y el ámbito afectivo en el proceso de aprendizaje.
...actúa ante cualquier problema o conflicto indagando en las causas del mismo y tratando de buscar una solución mediante el dialogo con las partes implicadas, pues sabe que el castigo sólo es efectivo cuando se comprende el porqué del mismo y que, antes de llegar a ese punto, es mucho más productivo enseñar técnicas que nos permitan prevenir dichos problemas o conflictos y a resolverlos de forma asertiva si vuelven a producirse.
...siente que a veces no es capaz de soportar la carga que en ocasiones nos produce nuestra profesión, pero sabe que es un gaje del oficio y lucha por sobreponerse a ese "lado tenebroso de la docencia".
...busca continuamente seguir aprendiendo, mejorar e innovar en cada momento, pues la educación es un proceso dinámico donde corremos el riesgo de quedarnos desfasados si no nos seguimos formando, y siempre nos quedará algo por aprender.
Y, por último...
...disfruta enseñando y trabajando en educación, pues esa es su vocación.
Muchas gracias por lo que me respecta, caballero. El Maestro Jedi y el docente tienen puntos en común. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti ;)
Eliminar